Mad Men

In a recent article Basque writer Jon Jauristi described Spain as a country of mad men:

In his History of Insanity in the Classical Era Foucault recounts how during the Renaissance Flemish cities got rid of the mentally insane by loading them onto rafts, leaving these to the current of the canals. And if the natural healing virtues of water didn’t restore their reason before they reached the North Sea they’d drowned there without realizing their fate after spending a jolly old time in company with other mad men. Offering a spectacle not lacking in a certain moral greatness to those on shore. The more learned referred to this antipsychotic craft as Stultifera Navis while the common people called it Narrenschiff, the Ship of Fools. This image appears in the beautiful lithographs by Holbein with Lady Madness. For Holbein and his friend the poet Sebastian Brant, the Ship of Fools, was an apt symbol of the human condition. However this didn’t prevent the mad men of the region from continuing to drown like lemmings while serious Renaissance men, starting with Erasmus, went about consumed with making allegories.

Cuenta Foucault en su Historia de la locura en la época clásica que las ciudades flamencas del Renacimiento se quitaban de encima a sus pirados metiéndolos en pinazas y encomendando éstas al albur de los canales. Si las virtudes curativas del agua, siempre lustral ella, no les devolvían la razón antes de llegar al mar del Norte, naufragaban allí sin enterarse de su suerte, después de pasar un rato divertido en compañía de otros majaras y ofreciendo a quienes los observaban desde la costa un espectáculo no exento de cierta grandeza moral. Stultifera Navis llamaban los más gramáticos a aquel tipo de embarcación antipsiquiátrica que el pueblo llano conocía por Narrenschiff, esquife de los necios, y que aparece en las hermosas xilografías de Holbein capitaneado por la Dama Locura. Para Holbein y su amigo, el poeta Sebastián Brant, la Nave de los Locos constituía un símbolo ajustado de la condición humana, lo que no impidió que los orates de la región siguieran ahogándose como lemmings mientras los renacentistas serios, empezando por Erasmo, andaban dale que te pego con las alegorías.

(Jon Juaristi Locos en: ABC Domingo, el 4 de febrero 2007)