Thursday, November 08, 2007

G. A. Bécquer- Sobre la pereza






Aún me acuerdo de que en una ocasión, sentado en una eminencia desde la que se dilataba ante mis ojos un inmenso y reposado horizonte, llena mi alma de una voluptuosidad tranquila y suave, inmóvil como las rocas que se alzaban a mi alrededor y de las cuales creía yo ser una, una roca que pensaba y sentía como yo creo que sentirán y acaso pensarán todas las cosas de la tierra, comprendí de tal modo el placer de la quietud y la inmovilidad perpetua, la suprema pereza tal y tan acabada como la soñamos los perezosos, que resolví escribirle una oda y cantar sus placeres desconocidos de la inquieta multitud.

Ya estaba decidido; pero al ir a moverme para hacerlo, pensé, y pensé muy bien, que el mejor himno a la pereza es el que no se ha escrito ni se escribirá nunca. El hombre capaz de concebirlo se pondría en contradicción con sus ideas al hacerlo. Y no lo hice. En este instante me acuerdo de lo que pensé ese día: pensaba extenderme en elogio de la pereza a fin de hacer prosélitos para su religión. Pero, ¿cómo he de convencer con la palabra, si la desvirtúo con el ejemplo? ¿Cómo ensalzar la pereza trabajando? Imposible.

La mejor prueba de mi firmeza en las creencias que profeso es poner aquí punto y acostarme. ¡Lástima que no escriba esto sentado ya en la cama! ¡No tendría más que recostar la cabeza, abrir la mano y dejar caer la pluma!

No comments: