Saturday, December 02, 2006

Miguel D'Ors (1946- )

The second half the of the 20th century
was more stubborn than a drought during the 1940's

They had,
the Five ways of Thomas, the great adventurer,
-I mean why not?-
they had Granada sunsets,
October in the beach groves of Zuriza
They had Audrey Hepburn and Raquel Welch,
as well as Cervino, Florence,
and Beethoven's Sixth,
Not to mention the blue sky, which is both a sky and blue-
Along with the silent cry of each moment,
that was
Mother Theresa of Calcutta.

They ran into God in everything
a child: God!, a seagull: God!
a woman that says "me too": God!
a good line of poetry: God!
But they were inexplicably deaf and blind
and negated God
like one who denies the existence of apples or the sea.

La segunda mitad del siglo xx

era más pertinaz que una sequía
de los años cuarenta.

Tenían -¿como no?-las Cinco Vías
de Tomás, el inmenso aventurero,
tenían los ocasos de Granada, el acorde
de octubre en los hayedos de Zuriza,
tenían a Audrey Hepburn (y a Raquel Welch), tenían
el Cervino, Florencia,
la Sexta Sinfonía de Beethoven,
el cielo azul -que es cielo y es azul-,
el silencioso grito de un minuto cualquiera
de la Madre Teresa de Calcuta...

Tropezaban con Dios en cada cosa:
un niño: Dios; una gaviota: Dios;
una mujer que dice «yo también»:
Dios; un buen verso: Dios. Pero eran ciegos,
sordos, inexplicables, y negaron a Dios como quien niega
el mar o las manzanas.

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